martes, 24 de febrero de 2009

Generación del 28

Por: Fiorella Briceño, email: lafiore355@hotmail.com; Jesús Ceguerí, email: jesuscegueri@hotmail.com; Honnella Hernández, email: honnella_angel@hotmail.com y Gregorio Leal, email: gregorioleal_01@hotmail.com.
Estudiantes de la UPEL-IPB.
Asesorados por: Prof. Jorge Pérez.

La “Generación del 28” comprende al grupo de estudiantes universitarios que protagonizan los sucesos de la Semana del Estudiante en febrero de 1928. Debido a las consecuencias políticas que éstos generan, los estudiantes inician un nuevo tipo de oposición política al régimen de Gómez. En palabras de Rómulo Betancourt, “Salimos a la calle a conspirar…”.

Las actividades conspirativas cuajan en un fracasado intento de derrocamiento del régimen, llevado a cabo en colaboración con algunos oficiales del ejército, que estalla el 7 de abril de 1928. Los implicados descubiertos van nuevamente a prisión y otros parten al exilio.

Con el objetivo de obtener la liberación de sus compañeros nuevamente apresados, los estudiantes intentan otra vez hacer presiones sobre el régimen; son detenidos y conducidos a las colonias de Araira donde realizan trabajos forzados en la construcción de carreteras. Los más activos y considerados como más peligrosos son recluidos en el presidio de Palenque y el resto en el castillo de Puerto Cabello, en donde permanecen hasta el año siguiente. Allí se profundiza su proceso de formación política: se forman círculos de estudio, discusión y orientación, lo que permite a los estudiantes descubrir un mundo, hasta entonces desconocido para ellos, de presos políticos que llevan años haciendo oposición al régimen y pagando las consecuencias de su desafío.

Los miembros de la Generación del 28 que parten al exilio están aproximadamente ocho años fuera del país. Son tiempos de estudios (con una importante influencia del pensamiento marxista-leninista), de formación política, y de activismo contra el régimen.

En síntesis, la importancia de la "Generación del 28" en la historia contemporánea de Venezuela radica en tres aspectos fundamentales. Por un lado, un caudillo como Juan Vicente Gómez habituado a dirimir los conflictos políticos en los campos de batalla, se enfrenta a un grupo de estudiantes que actuando como colectivo plantean una lucha en un ámbito desconocido por Gómez y en general por los caudillos del siglo XIX, la ciudad. En otras palabras, a partir de este momento las batallas políticas del siglo XX se desarrollarán en las ciudades mediante huelgas generales, paros, boicots, entre otras. Por otro lado y en relación con lo anterior, el carácter colectivo del movimiento de 1928, expresado en la propia denominación de "Generación", formará parte de otro importante elemento de ruptura con la historia política del siglo XIX, la despersonalización del poder. Es por esto que pese a la cantidad de liderazgos (Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Miguel Otero Silva, Raúl Leoni, Juan Bautista Fuenmayor) presentes en los sucesos de 1928, ninguno tuvo un protagonismo especial, predominando la unidad del grupo sobre cualquier individualidad, lo que será un adelanto de una de las principales características de las organizaciones políticas del siglo XX: la disciplina partidista. Por último, con los jóvenes estudiantes del 28 se introducen nuevas ideologías (socialismo, marxismo, democracia) a las cuales no pueden adaptarse viejos líderes como Gómez. En tal sentido, una doctrina como el Liberalismo que fue central durante todo el siglo XIX, pierde su vigencia ante el surgimiento de ideas tales como la lucha de clases, la socialdemocracia, los partidos policlasistas, la importancia del Estado como agente planificador de economía. En definitiva, se puede decir que con la llamada "Generación del 28" se introducen los elementos de cambio que le permitirán a Venezuela romper con el siglo XIX e insertarse en el XX.

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